No se donde o a quien oí una vez decir que cada uno somos una pequeña isla , y que las relaciones que mantenemos con otras personas son puentes de arena que nos unen y desunen a merced de su formación.
Esta carta esta dedicada a todos aquellos que busquen mi isla y se extrañen por su ausencia...
" Llegó un día en el que el mundo , mi isla , se me quedó pequeño ; no pequeño de espacio o de poco número de islas que visitar . Se me quedo pequeño de esencia y de sueños.
Dejé de ver hermosas las palmeras y dejó de gustarme el sabor de sus frutos , pareciendome todos amargos ; Dejé de coleccionar conchas y dejó de divertirme contar granos de arena entre isla e isla.
Pronto , ni la isla más hermosa , me pareció bella , solo veía los erizos y arañas que pudiesen albergar , el día mas soleado no alegraba las mañanas ni los atardeceres , las nubes no traían sus sinuosas formas de algodón que podía coger y moldear , solo sombras que todos jugamos a perseguir.
Los días de lluvia ,el fuego se apagó y antes de que pudiera correr hacia otra isla las olas cubrían los puentes y me obligaban a quedarme mojada y triste , escuchando a los peces reírse con toda la burla que sus carcajadas de simple expresión les permiten.
Pronto también , me sentí sola , incluso cuando mis amigos los delfines , cangrejos y aves me traían regalos . Y dejé de contar la arena hasta que sin darme cuenta, mientras yo miraba el mar , mi isla empezó a deshacerse y solo las palmeras lloraban de ver sus trozos caer.
Hasta que por fin , un día desperté en medio del mar , flotando con la única palmera que me quedó , gracias a la cual sigo aquí, esperando convertirme en arena y sal , para que me lleven las olas hasta vuestras islas, y poder silenciosamente formar parte de ellas , de vuestros castillos de arena , de vuestras húmedas huellas junto a la orilla... Y , para siempre poder brillar cada noche a la luz de la luna ,vestida de blanco y espuma , haciendo de nuevo el amor con el mar , mi querido mar... "